La industria de los alimentos ultraprocesados

El 70% de los productos alimenticios de un supermercado, como Lidl, son ultraprocesados

Ha sido la asociación de consumidores Foodwatch Holanda, quien,  tras haber realizado una investigación para determinar la presencia de los productos alimenticios ultraprocesados, ha revelado dicho dato. La asociación recopiló una muestra de 651 productos de las cadenas de supermercados mas importante del país, Lidl, Jumbo y Albert Heijn.

Los alimentos ultraprocesados han ido ganado terreno a los productos naturales debido, principalmente, a su fácil preparado. Esto es lo que promueve que en las industrias prime la idea de sacar un producto barato y "delicioso", pues es lo que demanda el consumidor, lo que más se vende en el mercado. Por ello, las empresas deciden reducir los costes de los ingredientes y ofrecer a la sociedad, por ejemplo, aceite de palma en vez de aceite de oliva.

Es evidente que el coste va a ser mucho menor, restando importancia a la salud.

Otra razón por la que los productos ultraprocesados son más consumidos que los naturales es el hecho de que los productos ultraprocesados duran mucho más, por sus conservantes y químicos en general. Se basan en la comodidad, y proporcionan aquello que queremos a un precio que, la mayoría, no es consciente que paga con su salud. 

Los alimentos procesados o ultraprocesados han conseguido imponer su dominio sobre la alimentación de la población pero, ¿por qué los medios de comunicación se prestan a esta actividad sabiendo que promueven con ella los problemas de salud? Hace años no se daba la importancia que se le da hoy en día a la alimentación; a lo que hay que añadir que no existían tantos estudios, y de los que se realizaban, no eran expuestos totalmente o no salían a la luz. 

La publicidad, sobre todo, ha causado un gran daño en lo que en este tema se refiere. En la televisión tan solo aparecen anuncios de comida ultraprocesada como los donuts, snacks, etc. que van, especialmente, dirigidos a los más pequeños. La calidad de estos productos es pésima, pero saben cómo engañar a la audiencia. Añaden vitaminas o hierro que nuestro organismo no puede procesar, y lo venden como alimentación saludable. Sin embargo, el problema es del público, por aceptar la información sin detenerse a comprobar lo que afirma o, incluso, sin pararse a leer una etiqueta; aquí esta el principal error.

El consumo de ultraprocesados es la falta de información; información es poder.

La encargada de "Alimentación Natural", afirma que " el principal problema no es lo que los medios de comunicación nos transmiten, sino que el Gobierno lo permita". A su declaración, la dietista-nutricionista, aportaba un claro ejemplo, el caso de la revista American Journal of Preventive Medicine, la cual publicó que las dos grandes compañías de refrescos de Estados Unidos, Coca-cola y Pepsi, financiaron entre 2011 y 2015 a un total de 96 organizaciones nacionales de salud, incluyendo a varias instituciones públicas del ámbito médico y de la salud, cuyo objetivo es, precisamente, la lucha contra la obesidad.
En paralelo, durante ese mismo periodo de tiempo, ambas empresas se confabularon contra 29 proyectos de ley de salud pública que pretendían reducir el consumo de refrescos o mejorar la calidad de la nutrición. Los dos gigantes "utilizaron sus relaciones con las organizaciones de salud para desarrollar una asociación positiva para sus marcas". Doce organizaciones recibieron financiación de ambas empresas.
Entre las asociaciones patrocinadas se encuentran dos que combaten la diabetes, La Asociación Americana de Diabetes y La Fundación de Investigación para la Diabetes Juvenil.